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lunes, 16 de julio de 2018

Pisando los 50

Pisando los 50

Hay una mujer viviendo dentro mío que no sé quien es.. Y la que miro en el espejo, creo tampoco conocerla.
He pasado por tantos cambios en los últimos meses... en algún lugar siento que me  perdí.
Lo raro,  es que no sé si quiero encontrarme, o si  en realidad quiero conocer a esta nueva persona que habita en mi..
A veces me extraño... Y a veces me rechazo y aparece esta nueva mujer  que desconozco; que no sé como va a reaccionar, que cosas le van a gustar, que va a aceptar, que nunca, que siempre...

Reinventarme, descubrirme en el espejo...otra voz, otra mirada, otros trabajos, distintos roles...
Ya no soy comerciante, ya no soy esposa, ya no llevo a mis hijas al colegio...se mueven por el mundo solas!!!
Y aquí estoy...buscándome...El nido vacío? La cama demasiado grande?
 El tiempo pasa lento o demasiado rápido...
Y aquí estoy.. Flotando en un mar de incertidumbres,  stand by, en automático, con los ojos bien abiertos y los oídos atentos,..puedo escuchar mis latidos, y de fondo el zumbido ensordecedor del silencio.
Siento perfume a libertad, con trazas de nostalgia y un toque de soledad.
Peino un aún  brillante pelo,  que destella sueños sin concretar.
Respiro profundo...el aire ocupa algunos rincones vacíos de mi cuerpo, los completa, los calienta... Y en cada exhalación, me achico, contraigo, desaparezco..
Vuelvo a respirar, el aire corre gritando mi nombre desesperadamente  por el laberinto de mi ser. Y me hago la sorda ..no contesto, lo veo pasar desde mi escondite...todavía no quiero salir, ahí estoy.. Mirando, escuchando, oliendo, sintiendo...tal vez como una oruga en su capullo esperando la llegada de la primavera...
Metamorfosis.
Transformación.
Madurez.
Despertar.
Crecer.
Vivir...

domingo, 7 de enero de 2018

INCERTIDUMBRE

Hay momentos en la vida donde las cosas no son claras. Pedimos urgente una brújula, un faro que ilumine el rumbo, cartas de tarot que avisoren nuestro destino, el horóscopo negro, rojo, azul que nos hable de nuestro posible futuro..




Y dentro de este meollo y supuesta confusión y oscuridad, hay algo que está clarísimo !!! 

Lo claro es que estamos a oscuras y perdidos...y en esto también hay una certeza !!! 

Reconociendo el verdadero estado de confusión, encontramos la claridad de nuestro estado!! Estamos en el horno!! No sabemos  que carajo hacer, y eso está muy claro !!!

Hay días que me pregunto...puede pasar algo más? - Sí, seguro!!; Puede estar peor??- Obvio que sí !!!; Hay un piso donde frene la incertidumbre? - No, no tiene frenos...sigue...Bueh, bueh...BASTA !!!!

BIEN AHÍ !!!! LA PALABRA MÁGICA!!     B A S T A !!! 


La vida a veces nos empuja fuera de la cancha de juego, nos patea del tablero de ajedrez...Nos hace caminar por una delgada cornisa, te seduce haciéndote saltar acequias...o sanjas!, caminar por acarreos sin avanzar un paso, hacer equilibrio sobre cuerdas flojas...perder el equilibrio y que una mano amiga nos sostenga...un nuevo empujón y quedar colgando con un arnés de seguridad desde la estructura de tu edificio, una ráfaga de viento y quedar nuevamente tambaleando...hasta que el aleteo de una mariposa nos hace cosquillas y chau...el abismo... el cuerpo en un estado de sutil ingravidez, flotando en el aire, cayendo en cámara lenta y con los ojos cerrados bien fuerte esperando el golpe de la caída y deseando que desde esa altura no sea tan duro...o lo menos duro posible.

Hay momentos donde la única certeza, es lo incierto...

Y si en lugar de esperar el golpe intentamos abrir  alas? Y si en lugar de cerrar bien fuerte los ojos, los abrimos lo más que podamos para elegir el lugar más mullido para aterrizar? Y si imaginamos que caemos en agua tibia, agradable, nadamos por un rato, salimos, nos secamos y caminamos tranquilamente por este patético valle de lágrimas que describe la Salve y que nos hacían repetir de chiquitos en el colegio... (Me cacho...valle de risas podría decir !!)

Pucha che... en este preciso momento estoy flotando en gravedad cero, me siento la pelotita de tenis cuando al lanzarla al aire para sacar, queda con energía potencial cero unos milisegundos antes de sentirse atraída hacia abajo por la gravedad...me quedan pocos milisegundos para decidir sobre que superficie quiero caer...o si me pongo alas y sigo volando, un flotador para no hundirme tanto en el océano de dudas, o ligar un fuerte raquetazo ja, ja, ja !!!

Me tiento de imaginar un par de generosos brazos que me esperan y amortiguan la caída, que me sostengan, me abracen y unas palabras susurradas a mi oído digan: "Todo está bien".

Pero lo certero, es que no va a pasar..

Una de las cosas que me motiva, me excita y hasta me pone feliz en forma patéticamente divertida, es la curiosidad de lo que vendrá!!!! Uno, dos, cinco, diez años!!! 

Por ahora...a prepararse!!! Allá voy incertidumbre !! 





viernes, 14 de julio de 2017

La caja de pandora

Corrían los años setenta, mi universo se limitaba a la casa más maravillosa en la que pude haber crecido; árboles, pájaros, llena de puertas que conectaban infinitas habitaciones, guardas de colores y arabescos en las baldosas calcáreas multicolores que marcaban mi camino de aventuras para visitar los distintos ambientes luminosos, frescos y con una música de pájaros, silbidos de los trabajadores que pasaban en bicicleta, motores de tractores y cascos de caballos golpeando sobre el asfalto de la ruta. 

Papá escuchaba música clásica desde su mega equipo haciendo vibrar los vidrios, mamá cuidaba su jardín y con mis hermanos hacíamos carreras con Catalina, Lucrecia y Carolina, nuestras tortugas...!!! No había momento para aburrirse, juegos, tareas escolares, pintar, ayudar en las tareas hogareñas,jugar, leer, cortar el césped, jugar, cocinar, aprender poesías que me enseñaba Graciela debajo de un ciruelo, jugar...así viví mi infancia.

Yo sentía que un largo túnel con techo de hojas de gigantes plátanos me conectaba con otro mundo, era la Ruta 92 que lleva a la "Villa". Allí estaba el colegio de mis hermanos, la perfumería Ebelisa, la Joyería Funes, la verdulería de Don Carlos y la carnicería de Tempesti, la librería Sarmiento con don Rodriguez diciendome Pozzolita!!!. Y lo más esperado...la heladería Santilli o Daktari !!! Pero sentía la urgencia de volver rápido a mi mundo donde me esperaban mi jueguito de Té y las muñecas que había dejado durmiendo.

Por esos años, mis papás que tendrían mi edad actual o más jóvenes, tenían una intensa vida social y muchos amigos. Eran socios del Rotary Club, club al que le dedicaban mucho tiempo y esfuerzo; no solo ellos, la familia. 

Tenía tías postizas a las que  miraba arrebolada con sus peinados perfectos, uñas perfectas, zapatos perfectos...eran cariñosas, agradables y cumplían múltiples roles. Eran mamás de tiempo completo, podían organizar fiestas, té tómbolas, cenas multitudinarias con la habilidad de una empresa de catering!!, pero no eran solo eso...algunas de mis salidas por el túnel de hojas eran al hogar de ancianos y les ayudaba a las tías a repartir pares de medias a los abuelos que al principio me asustaban, porque no eran como mis abuelos...tenían caras tristes y muchos estaban muy despeinados!!  pensaba con mis 5 años.  Un día les llevamos un televisor a los abuelos!!!! Qué felices se pusieron!!

Otro día, me acuerdo que fuímos con mis tías a una escuela y les llevamos juguetes, libros, colores a los alumnos. Me dieron unas bolsitas para que también se las repartiera, siempre acompañado de un beso y una sonrisa,  pero cuando ví a los niños...no tenían la mirada de los niños que yo conocía, uno no podía abrir sus manos, otro se movía como en una hamaca sin hamaca  y me dieron también mucho miedo...eran chicos con discapacidades mentales. Dentro del miedo que sentí, pude disfrutar de sus risas, besos y abrazos. Pero también recuerdo haberme enojado mucho, no sabía que los niños podían enfermar, me sentí triste por sorprenderme y por mi miedo...encerrada en mi burbuja y eterno jardín de lirios, violetas y clavelinas desconocía como era el afuera, fueron mis primeros encuentros con el mundo más allá de mi familia...era muy pequeña..

En algunas tardes o noches, estas tías coquetas se juntaban a tejer: mantas, escarpines, chalequitos de lana, gorritos y los llevaban al hospital para los bebés recién nacidos. Tenían una enfermera cómplice que les avisaba cuando alguna mamita no tenía ropita para su bebé. Lo más inolvidable y que creo me marcó para siempre, fue el "Operativo Corazón", aquí ya tenía unos 8 años y recuerdo que junto con la Radio Manantiales se hizo una campaña recogiendo vidrios por las casas de Tyán para venderlo y donarlo creo que al Hospital Carlos Ponce. Atrás del Rastrojero azul de mi papá, me recuerdo pelo al viento y espíritu de aventura, siento todavía la alegría de llevar en el pecho un corazoncito de pañolensi rojo y dándonos ánimos con Daniel, los dos bastante tímidos,  porque las primeras casas nos daba vergüenza. Tocábamos los timbres y respetuosamente les pedíamos vidrios que no usaran. La gente ya estaba enterada que íbamos a pasar porque lo había escuchado por la radio!!! Nos estaban esperando!!! Pasábamos y cargábamos botellas, damajuanas, espejos rotos, nos metimos en gallineros.!!Estábamos tan, pero tan sucios!!!  y tan, pero tan felices!!! Nunca me había sentido tan contenta y creo pude experimentar por primera vez la PLENITUD!!!

Becas estudiantiles, sillas a ruedas, muletas, anteojos, tratamientos médicos, alimentos, tejidos... cuánta solidaridad!!!!! Cuántas obras !!!

Y a estos tíos también los llevo en mi corazón por grandes gestos con mi familia. Allá cuando se empezó con la idea de hacer el Club de Campo y eran poquitos los que empezaron a realizar los aportes para empezar las obras, luego de unos años de pagar, papá no pudo seguir haciéndolo por problemas económicos. Cuándo por fin se comenzaron las obras, uno de estos tíos, mi tío Chicho Pedrosa, le insistía a papá que volviera, que valía la pena que los chicos tuvieran un lugar familiar para ir, pero papá no podía pagar nuevamente la inscripción. Una Navidad, el tío nos regaló la inscripción del club ... nunca voy a olvidar ese gesto...el club pasó a ser también parte de mi hogar, mis hábitos deportivos y de mis años de adolescencia...

Margarita Vendrell, Edith Pedrosa, Alicia Martinez, Pilar Bianchini, Mela Lázaro, Isabel Pont, Rosana Sorbi, Olguita Reaullí, Luisa Jury, mi mamá son algunas de las mujeres con las que compartí mi infancia; y una de las tías más queridas, mi madrina, la única que me decía Peti, la que te endulzaba el día con sus merengues, la que le ayudó a tejer a mamá los chalequitos de bebés a mis hijas, la que cuidaba de Daniel cuando salía de franco en el Liceo y le hizo comer por primera vez lentejas, la que tejía a máquina para todos sus nietos y para los nietos que no tenían abuelas que les tejieran, que hacía dulce de leche casero y también tenía tiempo para los que no tenían tiempo...a la que escuchaba hablar rapidito y con un sonrisa siempre a flor de piel, a la que me queria parecer cuando fuera una mujer grande, mi tía Coca Soto. 

Mi tía Coca tenía un mueble en la cocina de su casa, con varios cajones rotulados indicando el contenido. Había uno que decía: "La caja de Pandora". Me llamó la atención, no conocía a Pandora pero me sonaba a Aladino y su lámpara maravillosa o algo así...empecé a investigar y supe que se le llamaba así a un recipiente donde había de todo un poco y lo que se suponía perdido, podía estar allí dentro...con los años averigüé que en realidad Pandora no era buena, en la mitología griega encerraba en su caja o ánfora las peores maldades que se liberaron al mundo cuando la abrieron, quedando guardada en el fondo de su interior la Esperanza...

Nunca supe que guardaba mi tía Coca en su cajón!! La verdad es que me quedó la curiosidad...

A veces  la sensación,  es que alguien hubiera abierto la Caja de Pandora, basta leer los diarios o escuchar los noticieros. Tantas miserias humanas,  muerte y destrucción...sin embargo, allí, en el fondo está la esperanza...

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Esta nota la escribí en Agosto de 2013  y estaba sin terminar de editar, de casualidad la encontré hoy, 1 de Agosto de 2015...

No recuerdo que quería escribir para terminarla, no recordaba haberla escrito, pero me gustó. 

Mi tía Coca falleció el año pasado. 

El Rotary Club de aquel entonces se desintegró...cuando fue la Guerra de Malvinas.

 El túnel de plátanos; el cordón umbilical que unía mi hogar con el mundo exterior sigue allí; frondoso y espléndido...

La vida continúa, las redes de afectos siguen creciendo. 

Y la esperanza..., a pesar de Pandora; la esperanza sigue intacta...

Y me fui de casa...


 Me fui de casa...


    Después de veintiún años de casada, me fui de casa. 

     Empecé terapia recién a los cinco años de sentir que las cosas no funcionaban. La terapia me ayudó a verme, a vernos, y no me gustó lo que descubrí...Aquí comenzó un período donde estaba más clara la idea de la separación, pero para él no era tan clara...y solo después de cinco años más,   llegó el día de irme. 

Me había cambiado la voz , tenía un Síndrome autoinmune al que me resistía y me sigo resistiendo tomar la  medicación,  había bajado siete kilos, insomnio, caída de pelo, dolor de mandíbula, dormía en el sillón del living, futón del estudio, mi ropa distribuida en tres sitios diferentes...

      En mi mente,  él se iría y yo quedaba en casa con mis hijas..., irme...a dónde?

 Tengo una boutique, una amiga me había tirado la idea de ir a vivir allí y me pareció un disparate....


Aquí estoy. Llevo dos meses de vivir en el negocio. 


El año pasado una tía que vivía sola falleció. Me traje de su casa lo que pudiera serme útil, cambié la disposición de estanterías, colgué cortinas, ordené, deseché y en pocas semanas estaba listo !! Hacía un mes tenía la casa preparada y le había avisado a él que me iría. No me creyó...Por mi lado,  encontraba siempre algún pretexto para no mudarme mientras seguía cada día peor..

Él vino al negocio...y vió mi nueva casa. Se rió , me trató de nena caprichosa,  y se fue...Tres días de diarrea, dolor de cara, cabeza, insomnio me empujaron a tomar la decisión..

Llegó el domingo,  mi hija mayor tenía un evento y acababa de aprobar una difícil materia en la facultad,  mi hija menor seguiría estudiando con su beca en el exterior, él estaba mejor con su trabajo y planeando un viaje...la sensación fue de...me toca a mí. Si no me iba ese domingo a la tarde, empezaría la semana y no lo haría...

 Era la hora de la siesta, me bañé por última vez en mi baño, me vestí disfrutando lentamente cada última sensación. Mi imagen en el espejo, peinarme, la ubicación de las cremas, desodorante, todo el ritual que repetí durante 18 años en ese mismo lugar...Salí del baño y tomé instantáneas oculares de los rincones preferidos de mi casa. La luz de la siesta entrando por el balcón, una de las gatitas durmiendo en el sillón, portarretratos, los pisos con stencils, la cocina donde hice muchas  tortas de cumpleaños, donde mis hijas aprendieron a amar cocinar... tomé coraje, lo desperté de su sueño y le avisé que me iba.

- A dónde?- dijo él.
- Al negocio. Me voy. Ya consulté con una abogada, como las chicas son mayores de edad no tengo que informar mi paradero en la policía. - le respondí. 

Ojos de sorprendido. Lo miré, le dije que no quería repetir viejas discusiones. Solo le quería avisar que me iba.. 

Tomé mi morral de cuero,  tarjeta Mendobus en mano, bajé temblorosa la escalera, abrí decidida la puerta y caminé hasta la parada  de micro..Un sudor frío recorrió mi espalda...Allí estaba con la mirada perdida, dejando hija, casa, auto, gatas, quinotero, flores, fotos, libros,  muebles, sueños, años, vida...

Por un segundo  me flaquearon las piernas y pensé: De ésto no se vuelve...apareció el 4  Trapiche Centro, me subí y me fui...






Lonco Inacayal



El cacique (Lonco) Modesto  Inacayal, fue un cacique de origen mitad mapuche, mitad tehuelche. Fue el señor del noreste de la patagonia argentina y tenía a su mando miles de hombres,  caballos, vacas y tierras... 


Fue uno de los últimos en resistir, al mando de 3.000 hombres la Campaña del Desierto. Huyeron hacia el sur. Dieron batalla durante tres años hasta que su diezmada población debió rendirse. 

Fue el último en hacerlo junto a lanceros, caciques y lo que quedaba de sus lof (familia). Se entregaron en el fuerte de Junín de los Andes. Fue sometido a maltratos y varios traslados...en esa época no existían "los derechos humanos " y fueron tratados como animales.

Por aquellos días se les pagaba a los estancieros por cada aborígen que  "cazaran", siempre que llevaran alguna prueba: una oreja, un seno, un pene de su presas. Sarmiento dijo por esos días: "Hay que regar la patagonia con la sangre de esas bestias"

Los tehuelches,  amigables, había servido de guías a Francisco Pascasio Moreno, el Perito Moreno. Hombre de honor, autodidacta que  hacía las veces de biólogo, geógrafo, antropólogo,  por el solo hecho de amar las ciencias y la naturaleza. Había hecho amistad con Inacayal cuando éste era el Lonco y señor de la patagonia.

Moreno se enteró que Inacayal estaba con su familia prisionero en la Isla Martín García. Rápidamente morían por enfermedad y abandono. Moreno los rescató de una muerte segura y los trasladó a La Plata, Buenos Aires. Allí, en el Museo de Ciencias Naturales que por aquellos días compartía los primeros lugares en el mundo por la calidad de sus muestras, Moreno llevó al Lonco Inacayal y a su familia a vivir en el sótano. No podía hacer mucho más...

Pero esta familia tehuelche, pasó a ser valiosísima para el mundo científico. Pasaron a ser "muestras vivientes " dignas de retratar, dibujar, medir, investigar. Así fue que de varios famosos museos del mundo llegaban para estudiar a estos seres que no llegaban a ser "humanos", y eran tratados como especímenes.

Hay revistas del Museo que describen detalladamente y centímetro a centímetro cada miembro de la failia de Inacayal. 

Con el tiempo, por la alimentación, enfermedades, el cautiverio, empezaron a morir. Uno a uno...el "amor" a la ciencia hizo que  a medida que morían, luego de ser nuevamente estudiados, los esqueletos descarnados y limpios eran expuestos en vitrinas del museo. Inacayal, caminaba por los pasillos sintiendo como los sagrados restos de su familia eran observados  por estudiosos y jóvenes curiosos.

Modesto Incayal murió en el Museo de Plata dirijido por Francisco Pascacio Moreno. Hay muchas versiones sobre su muerte, suicidio, muerte natural. Yo me quedo con esta:

Sobre sus últimas horas escribió Clemente Onelli:

"Un día, cuando el sol poniente teñía de púrpura el majestuoso propileo de aquel edificio (...), sostenido por dos indios, apareció Inacayal allá arriba, en la escalera monumental; se arrancó la ropa, la del invasor de su patria, desnudó su torso dorado como metal corintio, hizo un ademán al sol, otro larguísimo hacia el sur; habló palabras desconocidas y, en el crepúsculo, la sombra agobiada de ese viejo señor de la tierra se desvaneció como la rápida evocación de un mundo. Esa misma noche, Inacayal moría, quizás contento de que el vencedor le hubiese permitido saludar al sol de su patria"

Los restos de Inacayal fueron enviados a Chubut, pero se dice que a veces de noche su espíritu sigue rondando los pasillos el Museo...

BLANCA


Allí estaba Blanca. Maestra jubilada, sin hijos, sin familia, con cataratas en sus ojos, viviendo sola. Perdió el equilibrio, cayó, se golpeó muy duro, rompió sus anteojos y fue a parar al hospital que le correspondía por su obra social. 


Allí estaba Blanca. Veinte días de internación, el pelo sucio blanco amarillento con trabitas fluor sosteniendo pegajosas mechas. 

Allí estaba Blanca. Con las sábanas arrugadas y acostada sobre el plástico del colchón; sábanas manchadas de puré de zapallo, sábanas sucias pero que no eran cambiadas por que no la podían bañar. 

Allí estaba Blanca que vivía en un monoambiente según me dijo, pero que el dueño lo había cerrado con un candado y no podían sacar sus cosas. 

Allí estaba Blanca con las uñas de sus pies de casi cinco centímetros, encorvadas y sucias; al mirarlas me pregunté como podría calzarse, como podría caminar sin lastimarse.

Apareció un amigo que le compró una botellita de agua, y luego con dinero de ella fue al supermercado y le trajo un paquetito de algodón y una botella de agua saborizada. 

La enfermera, hablando como para que escuchara todo el pabellón, le dijo al señor amigo:

 - No la podemos bañar porque no tiene ropa limpia, aquí está la bolsa de ropa sucia, quién la va a lavar?, no le cambiamos las sábanas hasta que no la podamos bañar y hasta que no le traigan más ropa. 
Luego llegó la asistente social, dulce, cariñosa, embarazada con un sobre para presentar en la Obra Social y conseguir un lugar en un geriátrico; Blanca le reclamó el maltrato de la enfermera delante mío, que la había hecho quedar como una mugrienta,

 - Que pensarán de mí los de al lado - dijo. 

Allí estaba Blanca… me acerqué, le dije que mientras estuviera allí, cuidando a mi tía me pidiera lo que necesitara. Se animó a pedirme que le sirviera agua saborizada en un vaso. Estaba muerta de sed, su amigo se la compró pero no le sirvió. Tomó el vaso rápidamente casi sin respirar. Me ofrecí a arreglarle las sábanas arrugadas en las que intentaba acomodarse. Me lo permitió, noté la suciedad y el olor agrio de la tela… no hay derecho… Blanca se recostó y trató de descansar. 

 Blanca se durmió. Trajeron la media tarde, como Blanca dormía, la dejaron en una mesita y se fueron. A los minutos, reaccioné que le habían dejado un saquito de té en el agua caliente que ya estaba negra. La desperté y me ofrecí a prepararle un té con la leche en polvo y el azúcar. Sus ojitos brillaron. Parece que nadie le ayudaba a preparar su media tarde. Con una semisonrisa, me indicaba cuantos de leche, cuantos de azúcar y yo con mi voz trataba de mañosearla. Hablé un rato con ella. Me contó de las escuelas donde había trabajado, que algunos alumnos a veces todavía la reconocían en la calle, que era más fácil antes porque los papás ayudaban en la educación de los hijos y ahora los papás no colaboran tanto, me contó de sus cataratas, de sus anteojos rotos, de su alegría de ir a un geriátrico donde se sentiría acompañada y “había médico”.

 Lucidez, inteligencia, cariño, mirada de niña pícara, pudor, con sus dedos cada tanto peinaba sus mechas y acomodaba sus extraños brochecitos tratando de disimular tanto abandono.

Empecé a preguntarme cuanto hacía que no le lavaban sus manos que permanente pasa por su sucio pelo, solo usa papel higiénico en el baño?, sus uñas… hay hongos debajo de esa mugre o solo mugre, y las infecciones intrahospitalarias, y el próximo paciente que use esa cama, esa almohada, será desinfectada? Cómo llegará Blanca a su nuevo “hogar”, en este estado o la van a bañar antes? No la pueden bañar y poner una bata del hospital? no hay ningún joven médico que tenga todavía sus ideales indemnes que  le pida ropa a la abuela, a la madre, que le compre unas pantuflas, una bombacha? Suena y huele feo? Así es la  realidad que viví esta tarde.  

En el pasillo, enfermeras chusmeando a boca de jarro, jóvenes médicos o residentes que iban y venían hablando creo que de “casos”, familiares de otros pacientes  quejándose, el empleado de administración caminando escurridizo para que nadie lo detenga y lo increpe con algún reclamo. 

Mientras, nos concentramos en las bolsitas del suero y recordamos que a las 18 hs viene la enema, en una pared de la habitación hay un dispenser de alcohol en gel. Lo uso muchas veces. Pero me doy cuenta que no son  mis manos las sucias. El aire está viciado aunque huela a lavandina, el aire me llega viciado .Tenía que ir a mi trabajo, me despedí de mi familia y me acerqué a Blanca. Le dí un cariñoso beso tomándola de sorpresa.

Allí estaba Blanca… blanca, traslúcida, clara, transparente, invisible…

HUMANAS

Heredè en mis italianos genes, la manìa de "ATAR" recuerdos a los objetos. 

Mis antepasados vinieron de Italia con lo justo y necesario, pero cada cosa les recordaría lo que jamás volverían a ver: la familia que se quedó y su pueblo...y asì fue.

Y  crecì. escuchando a mis abuelos y padres atando recuerdos...Como si fueran globos de helio para que no se escapen. Tengo a mi primer perro: Sioux, atado a un cepillo con sus pelitos, mi cartuchera de 5ª año con su contenido intacto ata a mis compañeros, colegio, Hna Soledad; del mismo modo guardo pilas de revistas entre los años 2001 y 2005, no las miro casi nunca, pero guardan los hechos que transcurrìan cuando mi hermano viviò sus ùltimos dìas entre nosotros y tambièn los de papà. Leyendo y mirando estas pàginas me transporto a otros "presentes" y me regocijo con mis ojos puestos en las letras que sè que antes que yo los puso papà.

Hoy elegì una revista al azar,  una del 2001, encontrè un artìculo que se titulaba: Una mujer en el infierno. Muertas en vida. El reportaje trataba sobre el relato desde la clandestinidad de una joven que lucha por los derechos de las mujeres en Afganistàn bajo el règimen talibàn en aquel entonces.

Mujeres con burkas Mujeres sin derecho casi a nada, casi ni a respirar bajo el "burka", prenda que las cubre de pies a cabeza. El sol no les toca la piel, no pueden estudiar, trabajar, recibir atenciòn mèdica, ni salir al mercado solas. Son sometidas a las màs bajas humillaciones.

Las viudas mueren de hambre y no se suicidan para escapar de esos tormentos porque la religión se los impide...

Mujeres con burkas
De repente se me cayeron las fronteras, banderas, se acercaron los océanos, comprendí todos los idiomas y en una foto de la nota me encontré frente a frente en la mirada de Zarghona, una hermosa mujer de 18 años que su suegro prendió fuego por haber olvidado plancharle ropa al su marido...

Desde el culo del mundo, viaje en sus ojos a Afganistán, igual raza, las dos tenemos ovarios, amamantamos a nuestros niños, necesitamos ternura...me siento su par, su hermana, y sufro las humillaciones, y la imagino en el silencio de su oscuridad, y me nace una rebelión interna, me decido a ayudarla, investigo si algo cambió en 10 años...

Descubro que en 16 años las mujeres de Afganistàn se animaron a suicidarse, y lo intentan con lo que tienen a mano: fósforos ... autoinmolándose....

Muchas quedan vivas con espantosas cicatrices y mutilaciones... Marcadas no solo en su piel, también como ofensoras de dios. Hay  mujeres mutiladas por sus esposos, suegros, cuñados...todos tienen el poder para hacerlo..
.mujer con quemadurasmujer con quemaduras
Entonces me revelo contra la prensa... porqué no siguen las noticias? porque lo inmediato tapa lo importante???

Busco el web site de RAWA  para colaborar, u$s 1 para que coma un niño por dìa, u$s20 para pagar una maestra por un mes en la clandestinidad.

Cuando estoy màs cerca a mi hermana de gènero, mi hermana de raza, cuando me siento màs HUMANA que nunca, suena mi celular y una voz robòtica me recuerda que no he pagado la factura, desde el otro telèfono mi hija me recuerda que es lunes y no hay micro para volver del club, tengo que buscar el espinograma de mi otra pequeña y reclamar la devoluciòn del 50 % de la obra social...uuuyyy la mercaderìa de dollfins està en el transporte, me limpio la narìz porque estoy resfriada, a la salida del sauna el aire acondicionado del auto me aniquilò...

En fin, como dice Mirtha Legrand (90),  Cuando sea grande voy a aprender a cocinar!!! Igual yo, desde chica me digo:

- Cuando sea grande a ningún niño le puede a faltar colores en la cartuchera..
- Cuando sea grande voy a tener una casa llena de chicos de la calle y los voy a llenar de besos y abrazos...
- Cuando tenga un auto, voy a pasar por las paradas de los micros y a llevar a todos los viejitos gratis de puerta a puerta...
- Cuando sea grande voy a ser HUMANA...

Tengo 48 años, cuando seré lo suficientemente grande? 

Indiferente humanidad...